Lectura tomada del libro: Invirtiendo
ahora, disfrutando siempre.
Por: Marcelo M. Guimarães.
Creo que todo ser humano, por más simple que sea, ya se ha preguntado a sí
mismo: ¿Quién soy yo? ¿De donde yo vine? ¿A dónde voy? ¿Por qué estoy aquí?
¿Por qué nací aquí?. Otros han ido quizás más lejos y se preguntarán: ¿Por qué
este universo existe? ¿Cuál es la edad del Universo? ¿Nuestro universo es el
único o apenas es uno entre millones? ¿Por qué el hombre es diferente de todos
los animales? ¿Por qué tenemos libre albedrío? ¿Qué nos hace percibir, si nadie
nos enseñó, el concepto del bien y del mal? ¿Por qué el hombre busca entender
la eternidad? Finalmente ¿Existe un creador de todas esas cosas? Si no, ¿cómo y
qué produce la evolución de las cosas y de los seres dentro de una lógica
inconmensurable? Si no existe una Inteligencia Superior que nos explica la
razón de las cosas, ¿por qué el ojo de todo ser viviente está en la frente y no
en la cola? ¿Será que fue una lógica del azar que colocó ojos, nariz, boca
juntos en la parte frontal de la cabeza? ¿Será que la primera instrucción sería
ver, oler y comer? ¿Será que existe vida solamente en la tierra? ¿Cómo y cuando
el Universo comenzó y cuando va a acabar? ¿De qué esta hecha la materia
“oscura” del universo? Podríamos seguir preguntando y preguntando sobre el por
qué de muchas cosas…
El Origen del Universo según
la ciencia.
Según algunos científicos e investigadores, el universo nació al azar, por
un mal funcionamiento del vacío que le precedió. La nada existía antes del
universo, argumentan otros, en un ambiente en que partículas de energía
opuestas pasaban “días” anulándose mutuamente, como un juego de tenis que
siempre termina empatado, o que nunca termina. Un día, no se sabe por qué, un
tipo de partícula desempató el juego y predominó sobre las demás, creando la
masa original que resultó en la grande explosión primordial e ocasional
conocida como el “Big Bang” (creada en 1946 por George Gamow). Así, se dieron una
cadena de explosiones, formando el Universo. Según Gamow, en un estado inicial,
la materia estaba disociada en sus elementos más elementales que interactuaban
ferozmente. Esta “sopa cósmica” era compuesta principalmente de protones,
neutrones, electrones y fotones”. Podríamos continuar meditando sobre la teoría
de Gamow, sin embargo, vamos a detenernos por aquí, haciéndonos una pregunta
crucial: ¿Pero, cómo aparecieron esas partículas? ¿De la nada? ¿La nada (por sí
misma) puede producir alguna cosa? La verdad es que existen varias respuestas
que circulan por ahí, pero ninguna de ellas, hasta ahora, es conclusiva y
final. O sea, continuamos sin explicaciones.
Y es que apareció el planeta tierra con una órbita definida, precisa, cuyos
movimientos propios en torno al sistema solar se producen en un tiempo
determinado en millonésimas de segundo, minutos y horas, el día, la noche, las
estaciones, y los demás fenómenos naturales. Por otro lado, sabiamente
“Alguien” que los científicos no conocen y no explican el por qué y cómo,
determinó que en las extremidades de la tierra, en los polos, el sol no fuese
tan fuerte, formando entonces, enormes hieleras naturales que enfrían las aguas
y hasta el propio planeta. La teoría del Big Bang ni siquiera puede postular teorías
para explicar tales sucesos y fenómenos, pues esa teoría afirma que todo fue
por la fuerza del acaso y del azar. Pero, ¿qué azar… me pregunto yo? La verdad
es que el hombre se siente muy pequeño y sin respuestas para explicar todo
esto.
¿Será que todo lo que existe fue por azar y que luego llegó a un orden? ¿O
será que alguien, un ser supremo, creó los cielos y la tierra? ¿Será que
alguien colocó orden a este universo?
Algunos científicos o hasta cristianos que apoyan la teoría del Big Bang
dan algunas pruebas: “En la Biblia cristiana
aparecen dos versículos que hablarían del big bang y el big crunch:
«Él está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como
langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una
tienda para morar» (Isaías 40.22). «Y todo el ejército de los cielos se disolverá,
y se enrollarán los cielos como un libro; y caerá todo su ejército como se cae
la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera» (Isaías 34.4)”. Sin embargo, aún se menciona a Dios como ese
“Creador”.
La otra teoría y
creencia que existe para explicar todo el origen del universo es la propia
Biblia. Creo que en este momento, se hace necesario averiguar lo que dice la Biblia sobre todo esto,
pues si por un lado, no hay quien nos explique convincentemente el origen del
Universo, tenemos entonces que continuar analizando y meditando en otras
hipótesis.
Origen de la vida:
La belleza de
las plantas, las variedades de las especies, la simetría de los colores de las
flores, el ciclo de la vida, la reproducción y la combinación entre las
especies son casi increíbles para algunos e imperceptibles para otros. ¿Cómo
puede una semilla sobrevivir por años? ¿Qué tiene dentro de ella que determina
todas las características de una planta adulta? ¿Cómo son hechos los sabores de
los frutos? ¿Cómo son formadas y sintetizadas las vitaminas y las sales
minerales? ¿Por qué algunos se combinan y otros no? ¿Será que las llamadas
altas temperaturas producidas por el Big Bang formaron todos los elementos
químicos y las leyes que lo rigen? ¿Por qué existen árboles que dan frutos? ¿Cómo
son regidos los códigos genéticos que determinan el tamaño, la espesura de los
tallos, los colores de las flores y de las hojas en millones y millones de
tonalidades? ¿Quién creó la ley de la fotosíntesis, promoviendo la absorción de
Dióxido de carbono y la producción de oxígeno? ¿Por qué el hombre nunca
consiguió crear una nueva semilla partiendo de la nada?
Es interesante
notar que todo lo que la planta tiene, la tierra también lo tiene. O sea, todo
elemento químico contenido en una planta, también existe en el suelo. Es la ley
de la similitud fue determinada por una Palabra: “
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